Si bien fuimos un medio gastronómico de renombre del norte de Chile, desaparecimos del mapa
público por varios años, pero, en silencio, seguíamos trabajando amparados en la marca
Restonomía Limitada. Hicimos de todo un poco, clases y capacitaciones de: cocina y
emprendimiento. Cocinamos, cocinamos mucho, y vendimos de las maneras más insólitas
nuestros productos. Hicimos eventos, que fue una de las actividades que más amamos realizar.
Pero, sobre todo, estuvimos aprendiendo.


Nos dedicamos a aprender de la tierra, hicimos nuestro huerto. Para nosotros, que somos nortinos
oriundos del desierto más grande del mundo, arar, fertilizar y ver el proceso de la vida, a través de
los almácigos es un milagro de la tierra. Así, plantamos todas las especies con las que cocinamos:
orégano, tomillo, menta, hierba buena, laurel, romero, etc. También, tuvimos tomates, acelgas,
lechugas, papas, todas en forma experimental, con la curiosidad de aprender haciendo y
comiendo.

Lorena Rapiman, directora Restonomia Ltda. y Silvana Fuentes, mentora de la cocina de Restonomía Ltda.
Nos dedicamos a aprender cocinando, nos asociamos con una chef de la Región de Coquimbo que
cocina, maravilloso, y ahí nos quedamos, por varios años, afinando nuestra sazón, cocinando
cremas de verduras, frescas ensaladas, guisos, empanadas, pan, tartas, mariscos, muchos mariscos
de la región. Silvana Fuentes, es la chef que consideramos logró darnos los secretos de la abuelita,
para una cocina equilibrada, respetando los insumos, sus tiempos y métodos de cocción. Porque
sí, cocinamos, y cada vez que podemos cocinamos, porque para nosotros la cocina es un relato. La
Sil, nos dejó laboralmente, pero la llevamos a cada uno de nuestros cocimientos que hacemos en
los eventos en lo que participamos, a través de nuestra sazón.
Nos dedicamos a viajar, hemos recorrido desde Arica hasta Puerto Montt, haciendo rutas de
cazuelas, ceviches, vinos, pisco, empanadas, churrascas, etc.


Hemos hecho amigos, de esos buenos, que nos enseñan con la vitalidad que tiene para nosotros
conocer todos los procesos que tienen que ver con alimentarnos. Así, hemos aprendido desde
agronomía, pesca, geografía y climas, entre otras que se nos van a ir ocurriendo a medida que
escribamos.
Hemos conversado con las más diversas cocineras, destacando nuestra cercanía con el mundo
indígena, hemos cocinado con mujeres aymaras, licanantay, diaguitas, mapuches y changas. A
quienes respetamos con su sabiduría, rituales y creencias, siempre con el mensaje “Del buen vivir”
nombre de esta sección.


En qué estamos, en ordenar toda esa información y dejarla documentada. Por fin nuestra
directora llegó a su punto de sazón en la cocina, y dedicará más a soltar su pluma con nosotros.,
dando vida a crónicas como esta, para recordar nuestras experiencias.